noticias , Tierra Uno Lunes, 10 octubre 2016

7 razones por las que Trump aún acecha a Hillary Clinton (y al mundo)

Anoche millones de personas presenciaron el debate presidencial norteamericano más crudo y visceral que del que se guarde memoria. Clinton y Trump se enfrentaron en un segundo duelo marcado por una pobreza en propuestas pero lleno de mutuas puñaladas, pero con una dosis extra de gestos y frases perturbadoras.

Creepypasta, pero de verdad (via @NumbersMuncher)

Creepypasta, pero de verdad (via @NumbersMuncher)

El escenario previo al debate estaba poblado de cráteres dejados por los ataques de ambos adversarios, difícil de caminar, pero fácil para atrincherarse. Donald Trump llegaba bombardeado por la reciente revelación de un audio suyo en 2005 que le hizo perder más apoyo de prominentes republicanos como el mismísimo “Gobernator” Arnold Schwazznegger. El comando de campaña de Trump reaccionó haciendo énfasis en un supuesto caso de violación cometido por el exmandatario Bill Clinton, con el fin de equilibrar la balanza mediática. Además Hillary Clinton recibía una nueva camionada de mails comprometedores filtrados y el gobierno de Obama reaccionaba acusando formalmente a Rusia de hackear los sistemas norteamericanos con el fin de interferir en las elecciones a favor del candidato favorito de Vladimir Putin que, por supuesto, no es Hillary.

Amiwis (via npr.org)

Amiwis (via npr.org)

En el balance de este intercambio de “bombazos” Trump llegaba peor parado al debate, con la sensación de encontrarse cada vez más abandonado por el aparato republicano, con su misoginia expuesta en carne viva y su condición de favorito del Kremlin como postre. Para muchos, era la oportunidad perfecta para que Hillary Clinton, adelante en las encuestas, apretara el botón de máxima potencia en la licuadora y desintegrara a su rival. Y aunque Clinton pasó en muchos momentos a la ofensiva en el debate, el tema de ser verdaderamente ofensivo demostró otra vez ser una especialidad de Trump. No solo eso, reveló que Trump es un fenómeno que solo puede considerarse efectivamente derrotado el día de las elecciones. Las esperanzas de espantar su acechante y escalofriante presencia lejos de la Casa Blanca no se han concretado. El debate solo demostró que el multimillonario bocón es un bicho resistente.

'Muricah! (imagen: thegreatapps.com)

‘Muricah! (imagen: thegreatapps.com)

1. Ninguna acusación o revelación de misoginia, xenofobia o racismo parece que puedan afectar ya a Trump

No son características que generen sorpresa en sus votantes, sino que hasta reafirman ciertos valores torcidos por los cuales fue apoyado por encima de otros candidatos republicanos. Cuando en el debate tocaron el tema de sus audios de 2005, se refirió a ellos brevemente como una conversación de “locker room”, sinónimo de “una charla entre machos”, para luego cambiar el tema, en la misma frase con un brutal desparpajo al Daesh (Estado Islámico) y pasando a explotar la veta islamofóbica.

Justo cuando pensabas que los payasos no te iban a acechar (imagen: starecat.com)

Hace un año todos pensaban que su candidatura era una broma. Resultó The Killing Joke. (imagen: starecat.com)

2. Trump sí puede verse afectado por la creciente pérdida de apoyo del Partido Republicano, pero no en la medida decisiva que sus adversarios quisieran

Antes que un candidato republicano, Trump es uno “anti-establishment” con un discurso populista construido contra las élites políticas de los EEUU, un conjunto donde caen tanto demócratas y republicanos. En el debate de todas maneras, se hizo extrañar que Clinton no hiciera más énfasis en el virtual derrumbe de apoyo institucional que aqueja a Trump en las últimas 48 horas.

El populismo está hecho de mentiras que complace el lado emocional de la gente que incluso sabe qu le están mintiendo (imagen: thenewamericana.com)

El populismo está hecho de mentiras que complace el lado emocional de la gente que incluso sabe que le están mintiendo (imagen: thenewamericana.com)

3. Trump puede mentir impunemente y usar esas falsedades expuestas como cimientos de su campaña

A pesar que Hillary Clinton insistió con pruebas que su adversario mentía en muchas de sus afirmaciones e invitaba al público a comprobarlo en una página web de “corroboración de hechos”, Trump avanzó con atrevidas frases sobre su compromiso con las mujeres y las minorías, a pesar de los audios y a pesar de la valla propuesta con México, o sobre seguridad social donde puso a Canadá como un ejemplo de fracaso.

En la antigüedad cuando querías debilitar al enemigo, arrojabas cosas infecciosas con catapultas tras sus murallas. Los tiempos no han cambiado. (imagen wonkette.com)

En la antigüedad cuando querías debilitar al enemigo, arrojabas cosas infecciosas con catapultas tras sus murallas. Los tiempos no han cambiado. (imagen wonkette.com)

4. Trump ha podido afirmar en el debate con sinceridad sus simpatías por el régimen de Putin en Rusia

El tradicional adversario geopolítico norteamericano, sin temer un precio a pagar en su núcleo electoral más patriotero. Lo que da la impresión inicial de una imprudencia parece ser una movida calculada producto de la confianza en su electorado cautivo. Hasta se diría que es una señal que Trump envía a quienes creen que puede derrumbarse perdiendo votos en el tramo final por algún golpe mortal: “miren chicos, aún poniéndome al lado de Putin no voy a perder votos del electorado blanco, masculino de clase trabajadora que es mi columna vertebral y que tolera esto porque les prometí expulsar a los musulmanes y mexicanos de nuestro suelo”.

Más Trumpopulismo: Vence a tus rivales ¡y luego encarcélalos! (imagen: beforeitnews.com)

Más Trumpopulismo: Vence a tus rivales ¡y luego encarcélalos! (imagen: beforeitnews.com)

5. De manera sorpresiva en la historia de los debates presidenciales en los EEUU, un candidato le aseguró a su rival de manera directa que lo metería en la cárcel

Trump declaró que usaría al Fiscal General para mandar a Hillary Clinton tras las rejas, e insistió más claramente con el tema en una interrupción a la candidata demócrata, quien no supo responder de manera contundente esta cachetada. Su capacidad de pasar de bestia acorralada a asestar dentelladas y arañazos de manera impredecible hace que nada esté dicho en temas de quien ataca a quien hasta el día de las elecciones. Finalmente esto nos hace temer una amenaza del uso personalista que puede intentar hacer Trump del poder judicial de su país.

Inserte aquí su dueto de karaoke favorito

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6. Hillary Clinton en los primeros dos debates ha demostrado que, pese a su notable carrera política, no posee el arsenal necesario

A nivel de dominio escénico, carisma o rapidez verbal para apagar a la chirriante y estrambótica presencia de Trump, quien tiene muchos flancos débiles, expuestos casi de manera exhibicionista y pornográfica. Golpearlo en esa situación sin impregnarse de su pegajosa suciedad, sin bajar a sus recursos populistas o sin convertir el debate en un escenario de reality-show es difícil, pero no debería ser imposible para la crema y nata de la clase política norteamericana. Clinton pareciera estar apostando a mantener su ventaja, y lanzar unos cuantos jabs desde una posición muy defensiva para lo que podría hacer. Si estaba guardando las zarpas para el debate final, ha perdido una oportunidad única con el Trump más vulnerable de toda la campaña.

No te confíes, Hillary

No te confíes, Hillary

7. Cuando se es un patán completo

Es fácil darse una pausa que genere un golpe de efecto. Esto lo usó Trump en la pregunta final del debate sobre “¿qué aspecto positivo podría resaltar de su rival?”. En esta oportunidad conciliadora Clinton respondió que lo positivo eran “los hijos de Trump” negándole cualidad personal alguna a su rival. En cambio Donald resaltó las cualidades de lucha y aguante de Hillary, a pesar que la había acusado de ocultar alguna debilitante enfermedad en la campaña. El debate de confrontación y lleno de agrias frases cerró en gestos con una inesperada “flor” de Trump y al lado un ceño fruncido de Hillary. Injusto, efectista, pero al fin y al cabo eficaz si tomamos en cuenta que Trump hasta pudo caer por KO en el debate.

Trump cuenta con una bendición propia de los patanes: la autoconfianza ilimitada alimentada por la ignorancia, el desprecio a la coherencia y la verdad. Cabe mencionar que Hillary Clinton tiene muchos lados turbios y es posible que de gobernar se convierta en la versión demócrata de Richard Nixon. Pero de lo que es capaz de convertirse un Donald Trump con poder presidencial no tiene precedente alguno en los Estados Unidos. Para ello tenemos que imaginarnos un golem hecho con pedazos de Mussolini, Hugo Chávez y Gadafi unidos con una argamasa de reality-shows, con el botón nuclear y el país más poderoso del mundo bajo su mando. Esa posibilidad nos acecha al resto del mundo, no solo los EEUU hasta dentro de unas semanas. Hasta que los norteamericanos voten no se puede dar por derrotado ni subestimar al resilente Donald Trump.

Andrés Paredes

Relaciones Internacionales y otros conteos regresivos