noticias , Tierra Uno Miércoles, 16 marzo 2016

Un efecto en cadena llamado Lava Jato

Andrés Paredes

Relaciones Internacionales y otros conteos regresivos
Millones piden el "impeachment" de Dilma. Las piñatas van a reventar (foto BBC)

Millones piden el «impeachment» de Dilma. Las piñatas van a reventar (foto BBC)

Las fichas de dominó del caso Lava Jato han caído en una secuencia más impresionante de lo que se preveía años atrás. No solo es el caso de corrupción más grande de la historia de Brasil, sino que también salpica a vecinos como Argentina, Chile y Perú.

Movidos por este mega-escándalo, en diversas ciudades del gigante sudamericano el pasado domingo 13 de marzo, millones de personas salieron a las calles para exigir la salida de la presidenta Dilma Rousseff. Constituyó la movilización popular más grande en Brasil desde el regreso a la democracia hace 3 décadas. La actual convulsión de este país, que hace unos años era aspirante a gran potencia mundial, merece un mayor acercamiento. Pero con más de 500 involucrados, entre ellos decenas de empresarios, políticos e incluso un expresidente, no es fácil resumir uno de los casos “mais grandes do mundo”. Lo que haremos será desgranarlo para hacer algo más fácil su digestión y contemplar su escala.

Holi amiwis (foto del portal de Odebretch)

Holi amiwis (foto del portal de Odebretch)

Los sospechosos comunes

– Obras públicas a precios astronómicos, funcionarios sobornados, dinero desviado con ayuda de poderosos socios y todo lo que lamentablemente nos suena familiar, se movió sistemáticamente y a escala faraónica en el caso Lava Jato. A nivel empresarial involucra a constructoras de Brasil  como OAS, Odebretch o Camargo Correa, con sobornos millonarios y desvío de recursos de la empresa estatal Petrobras para la adjudicación de proyectos de gran envergadura. Personalidades como Marcelo Odebretch, CEO de la empresa que lleva su apellido, fueron arrestadas al encontrarse indicios de ser parte de esta telaraña. Solo como una arista del caso: la fortuna de Odebretch se cuadruplicó durante el gobierno de un muy cercano amigo y posible socio, el expresidente Lula Da Silva.

Siempre en la lucha, puño cerrado camaradas (via Jazminegreen. wordpress)

Siempre en la lucha, puño cerrado camaradas (via Jazminegreen. wordpress)

¡Puño en alto! para que no se escape el soborno

El Partido de los Trabajadores (PT) llegó al poder después de una ardua lucha política, logrando consecutivamente dos períodos de Lula Da Silva y otros dos de Rousseff. Pero el precio a pagar para quedarse en el trono fue participar alegremente de un esquema cada vez más torcido. El tesorero del PT fue arrestado por recibir una cuota en la cadena de sobornos privado-estatales, lo que condujo a serias sospechas de los fondos usados por el partido para las campañas. El procurador a cargo de Lava Jato involucró posteriormente a Lula como receptor de fondos desviados de Petrobras y diversas propiedades a cambio de ventajas ilegales en las contrataciones. Las acusaciones contra Lula también incluyen el silenciar testigos clave y usar facultades presidenciales para ayudar a los empresarios investigados, algo de lo que también está últimamente acusada la mismísima presidente Rousseff.

Lula le dio una mano a muchos mandatarios sudamericanos (foto EFE)

Lula le dio una mano a muchos mandatarios sudamericanos (foto EFE)

Cuando un país del tamaño de Brasil no es suficiente

En una parte muy inquietante de la investigación, el voraz apetito de las empresas involucradas comienza a hacerles morder fuera del plato. Según indicios recientes, empresas como Odebretch y OAS usaron el mismo esquema de sobornos para adjudicarse obras en países vecinos de la tierra de la bossa nova. El caso más reciente es el de Argentina, donde 100 empresas parecen estar involucradas junto a un ministro de la expresidenta Cristina Kirchner. Los destapes de Lava Jato han alcanzado a campañas electorales pasadas en Chile, en la que OAS con la posible coordinación de Lula otorgó un jet privado y varias facilidades al candidato izquierdista Marco Enríquez-Ominami.

El caso más saltante en la dimensión internacional de Lava Jato es el que salpicaría al presidente peruano Ollanta Humala, quien es acusado de recibir dinero y ayuda de la empresa Odebretch, algo ya mencionado en este portal.

 

Mo-mo-momentito (via serperuano.com)

Mo-mo-momentito (via serperuano.com)

Clac. Clac. Clac.

Como en un efecto dominó, las piezas en la línea de este caso de corrupción están cayendo en secuencia, unas con más blindaje que otras, eso sí. Marcelo Odebretch ha sido condenado a 19 años de prisión y muchos de sus testimonios todavía están siendo procesados. Lula Da Silva, antiguamente ejemplo de cómo una izquierda moderada podía gobernar una nación enorme, fue interrogado después de un espectacular operativo. Se acogió de manera reciente a un cargo ministerial que le da muchas ventajas para no ser investigado, pero que huele a confesión de culpabilidad. La presidenta Rousseff, que decidió poner a Lula en dicho puesto, se enfrenta a un descontento popular callejero y una popularidad menor al 10%. Ella se encuentra casi en la misma situación de otro antecesor, Color de Mello, quien dejó la presidencia de Brasil en 1992 por un caso de corrupción.

En Perú, los hilos recién se están atando y pueden involucrar más de un período presidencial donde Odebretch era el nombre asociado a las obras de altísimo presupuesto.  En el caso de Humala, las acusaciones que le atañen han llegado en medio de la tradicional estridencia electoral peruana, con la mayor parte de la atención de la prensa focalizada en otros parajes. Pero el sonido de las fichas de dominó se acerca a lo lejos, desde la frontera brasileña, y piezas clave en sus países vecinos pueden caer cuando menos se espera.

Pronto será imposible silenciar su llegada.

Clac. Clac. Clac.

Andrés Paredes

Relaciones Internacionales y otros conteos regresivos