internacionales , Tierra Uno Jueves, 20 agosto 2015

Grecia le dice adiós a Tsipras El breve

Niños, si ven a alguien como Tsipras, sigan de largo (via memepix.com)

Niños, si ven a alguien como Tsipras, sigan de largo (via memepix.com)

Ocho meses después de su llegada al poder con Syriza, Tsipras dimitió del cargo de Primer Ministro y anunció elecciones anticipadas en Septiembre. En un post anterior preveíamos que su gobierno se debilitaría con la victoria de un SI a las condiciones de la troika (¿qué es la troika, revisar el mismo post) para efectuar el rescate financiero. A pesar de la victoria del NO, el SI se llevó a cabo de manera tácita cuando Tsipras se dio cuenta que cualquier opción que lo llevara en curso de colisión contra la UE era inviable.

La UE y Grecia manejaron sus vehículos en curso de colisión para ver quién era el “gallina” que frenaba y se hacía a un lado. Finalmente la UE, un enorme camión de carga, siguió adelante mientras el Tico que conducía Tsipras se hizo a un lado previsiblemente. Posteriormente todo el mundo se enteró que nunca existió un plan B para la salida griega del euro, salvo una ilegal movida prevista del ministro de Economía, Varufakis, para hackear el sistema tributario de Grecia (y que ahora lo ha puesto en aprietos bien serios). Varufakis fue uno de los primeros en renunciar cuando Tsipras comenzó a dar señales en su círculo íntimo que a pesar de su victoria en el referéndum, iba a ceder ante la troika. Cuando el Primer Ministro alzó su banderita blanca ante la UE, logró el esperado tercer rescate económico. Esto no lo salvó del apanado en casa: los cuadros de Syriza entraron en rebelión abierta contra su Primer Ministro, y una tercera parte del partido votó en contra del plan de rescate que había conseguido su líder.

Foto satelital de la actual localización de Tsipras

Foto satelital de la actual localización de Tsipras

Acceder al poder prometiendo una cosa y ejecutar lo contrario siempre es síntoma de una retórica demagógica sin un curso de acción pensado. Hasta los más fans de Tsipras como el renombrado economista Paul Krugman, no pudieron con el chasco que se llevaron al apostar por esa mezcla de populismo e improvisación.  “Ya veremos que chu$% hacemos cuando llegamos al poder, pero la cosa es llegar al poder” resulta una filosofía que no solo la padecemos localmente.

Andrés Paredes

Relaciones Internacionales y otros conteos regresivos