noticias , Tierra Uno Jueves, 3 agosto 2017

Venezuela, abismos recorridos y por recorrer

via theatrealibi.co.uk

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Venezuela sigue explorando, en caída libre, las capas más profundas de la ruina social y económica a la que puede llegar un país sudamericano en este siglo. Las malas noticias se atropellan entre sí, sucediéndose sin lugar a respiro. Fraude, turbas armadas, narcotráfico, hambre, hiperinflación, quiebre social y, por encima de todo, cien muertos en las últimas protestas contra la dictadura, son los principales brochazos de la actual tragedia llanera.

El legado

Han pasado casi dos décadas desde que Chávez asumiera el poder sosteniéndose en el culto a su carismática personalidad, el despilfarro infantil de la riqueza petrolífera y un proyecto socialista que decía ser del siglo XXI solo para dar los mismos resultados que los del siglo XX. Para mantener el poder que heredó de Chávez, Nicolás Maduro tuvo que dejar de disfrazar la naturaleza autoritaria del proyecto. La falta de carisma y la economía quebrada fueron sustituidos por un creciente control dictatorial, ahora evidente.
Maduro a veces distrae de Diosdado Cabello, el vicepresidente que amenaza todas las semanas con un garrote no solo de juguete. via agenciabk.net

Maduro a veces distrae de Diosdado Cabello, el vicepresidente que amenaza todas las semanas con un garrote no solo de juguete. via agenciabk.net

El chavismo ya había reforzado mecanismos de control después del fallido golpe de 2002. No solo desprestigió a una parte de la oposición por más de una década, también reveló a los mandos militares opuestos al régimen. Desde las lecciones de dos golpes fallidos (contando el que Chávez intentó en 1994) se construyó un aparato militar leal, usando desde privilegios económicos hasta complicidad en actividades ilícitas. Para evitar perder la legitimidad de las urnas, se recurrió a distintos mecanismos desde la común compra de votos a cambio de recursos estatales hasta el reacomodo de jurisdicciones electorales – práctica conocida como gerrymandering – para favorecer resultados oficialistas.
Aún con todos estos elementos en contra, la revitalizada oposición logró la mayoría de escaños en la Asamblea Nacional (el Poder Legislativo venezolano) solo para que al poco tiempo sus poderes se vieran reemplazados por los del Tribunal Supremo de Justicia controlado por el gobierno. Para reemplazar a la Asamblea Nacional, Maduro convocó una nueva Asamblea Constituyente, que no solo consolidará los mecanismos de control que resultan irregulares y dictatoriales, sino que reemplazará a la actual constitución concebida por aquel pajarito que suele hablarle en ocasiones, Hugo Chávez. La convocatoria a Constituyente solo se podía realizar legalmente después de un referéndum, pero este requisito fue ignorado por la dictadura, y solo se llevo a cabo en un acto, masivo pero simbólico, de la oposición.
via ibtimes.com

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Las elecciones de la Constituyente, sin candidatos de la oposición, se llevaron a cabo en medio de asesinatos a manifestantes opositores y actos de violencia. Los votos además ya no fueron contados solo por territorio sino también por sectores organizados por el chavismo, para que la actual minoría oficialista tuviera una representación desproporcionada. Sumado a esto se encuentra el fraude electoral detectado por la propia empresa encargada desde 2004 del conteo electrónico en Venezuela, Smartmatic.
La nueva Asamblea Nacional Constituyente ha sido desconocida por los principales países de América y recientemente por la Unión Europea. Pero a pesar de la presión internacional y contra todos los síntomas de descomposición nacional, lo que parece resistir aún es el control del régimen sobre el aparato estatal, el único punto eficiente del régimen chavista. Sabiendo que cualquier concesión puede ocasionarles grietas, somos testigos de uno de los más lamentables casos de una huída hacia adelante. al costo del hambre y la ruina de un país completo.
La actual cúpula política y militar de Venezuela se encuentra viajando aquel autobús de la película «Speed», en la que si se baja la velocidad se vuela en pedazos. En el camino de este autobús se encuentran millones de venezolanos con una calidad de vida menguante, que ya están escapando del país por miles, o sobreviviendo una realidad que cada día hace que esta antigua y y próspera potencia petrolera se asemeje a Haití o, peor, la acerque al nivel donde el conflicto político desemboque en una guerra civil.

BONUS: para responder rápidamente las preguntas más populares de los cada vez más escasos defensores del chavismo.

– ¿Por qué Perú se mete en los asuntos de Venezuela y no de China?

Por cercanía geográfica, proximidad cultural, interés de consolidar la democracia en la región, evitar una ya creciente crisis de refugiados y estallido estatal de proporciones, además de la cercanía de la población peruana con centenares de miles de familiares que alguna vez emigraron a ese país. Incluso a un nivel de reciprocidad, es el mismo régimen que ha interferido fuertemente en elecciones peruanas, ayudando en lanzar a la popularidad a un presidente reciente. Por último, sobre Venezuela el Perú posee un pequeño pero perceptible nivel de influencia. Sobre China la influencia es inexistente.
via chegoyo.com

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– ¿Pero por qué no se menciona que antes de Chávez la situación estaba mal?

Claro que existía injusticia, desigualdad y pobreza. Esta ahora se ha agudizado en otras dimensiones, sumadas a un régimen autoritario y una estructura insostenible. Por un lado la actual es una situación peor, por otro ni siquiera funciona como pretexto para el actual autoritarismo.

– Pero la oposición es también extrema y de ultraderecha

En lo variopinto de la oposición se encuentran todo tipo de posiciones, desde socialistas como el chavismo hasta ultraderecha, a la que actualmente se han sumado crecientes disidentes del propio chavismo. Entre ellos solo por el hecho de oponerse, estemos de acuerdo con sus ideas o no, se encuentran en la cárcel muchos como Leopoldo López o el alcalde de Caracas. El lazo común de la diversa oposición (inepta en muchas de sus respuestas, pero es lo que hay) es el fin de la actual situación autocrática.

– Es un gobierno respaldado por las urnas.

El acto electoral es solo parte de la democracia, el respeto a las instituciones y el equilibrio de poderes es otra parte. En esto último ya cojeaba evidentemente Chávez, y desde hace mucho el aparato electoral recibía muchos cuestionamientos, el último de los cuales es un fraude denunciado desde el interior mismo del procedimiento.

– ¡Complot imperialista!

Mientras Estados Unidos ha seguido comprando petróleo venezolano, los muertos, la crisis, el despilfarro, la corrupción, el hambre y los miles de emigrantes no son un complot ni un «espejismo de los medios» sino una realidad terrible y palpable.

Andrés Paredes

Relaciones Internacionales y otros conteos regresivos