internacionales , noticias , politica , Tierra Uno , violencia Martes, 24 enero 2017

El mundo después de Trump: (1) Trumptopía

Kawaii Trump. Via Mike Diva

Kawaii Trump. Via Mike Diva

Las esperanzas de un Donald Trump moderándose al llegar al poder no solo han retrocedido desde su primer día como 45° Presidente de los EEUU. Sus acciones iniciales han sido muy consecuentes con sus estridentes promesas de campaña, cumpliéndolas de manera vertiginosa.

El discurso de la toma de mando se caracterizó por reafirmar el discurso con el que llegó al poder:

  • Populismo.
  • Rechazo a lo foráneo.
  • Aislamiento de compromisos internacionales.
  • Cuestionamiento de compromisos comerciales.

En pocas horas la web de la Casa Blanca apagó su versión en idioma español y su sección dedicada a los compromisos con la comunidad LGBT, en un simbólico corte de vías de comunicación y gesto a los conservadores que lo llevaron al poder. El mismo día Trump comenzó a firmar una andanada de decretos ejecutivos donde asestaba un golpe crítico al cuestionado TPP, congelaba todas las compras federales no militares y desmantelaba el programa de salud conocido como Obamacare. Esto solo en sus 3 primeros días.

Trump es un presidente norteamericano sui géneris:

  • Sin experiencia previa en cargos políticos o militares.
  • Proclive a demostraciones de fuerza y gestos chocantes.
  • Con un temperamento voluble y a la vez dotado de una voluntad de hierro.
  • Un instinto nato para el gusto popular y un olfato para pillar la oportunidad de realizar sus deseos.

Es posible que estas características representen una de las mayores pruebas para el proverbial sistema de check and balances y equilibrio de poderes de la democracia norteamericana. Como si se tratara un vehículo que ofrece ser todoterreno pasando por pantanos, desiertos y terreno rocoso, el sistema político de los EEUU también será probado en las condiciones más extremas: los designios y habilidades.

Awwww. via el confidencial.com

Awwww. via el confidencial.com

¿Qué mundo dejará Donald Trump?

Así solo consideremos 4 años de su mandato, todo augura cambios rápidos en comparación al ritmo actual y un escenario mundial muy distinto en 2020. La imprevisibilidad y populismo de Trump han encendido las alarmas de muchos analistas con justificación. Aunque para América Latina es probable que cualquiera de los escenarios no signifique un cambio mayúsculo como  indica Óscar Vidarte, el cambio en el tablero internacional puede representar reacomodos y necesarias reinvenciones hasta para las regiones que, como la nuestra, suelen ser más lejanas a los problemas de seguridad globales.

Es probable que la llegada de Trump sirva de catalizador para varios cambios mundiales que han estado aguantando como en una represa, y que no son necesariamente negativos. Estos se deben principalmente al declive del poder norteamericano que mueve lentamente las placas tectónicas del orden internacional. Este fenómeno es previo a Trump y muy probablemente continúe tras su mandato. Lo único que puede hacer él al respecto es acelerarlo o contenerlo, pero poco para revertirlo. Su presidencia puede servir como un “caos creador”, como bien señala Gustavo Palomares, y tras 4 años de su mandato los cambios nos dejarán, como señalamos, un mundo distinto.

De entre todos los escenarios para 2020 resumiremos tres, centrándonos un poco en los EEUU pero más en los efectos para el resto del mundo de los cambios en la superpotencia. En estos escenarios tenemos uno donde todo sale inesperadamente bien, otro donde nos espera un mundo más gris y un tercero que representa los peores temores hechos realidad.

En el post de hoy va el primero de estos ejercicios especulativos y en uno siguiente van los otros dos.

El futuro, ese país desconocido. Via Mike Diva.

El futuro, ese país desconocido. Via Mike Diva.

Trumptopía – Ganadores inesperados gracias a Trump

Con este nombre no estamos hablando de una utopía, sino del mejor resultado global posible considerando que EEUU está gobernado por alguien como Donald Trump.

Tras 4 años, Donald Trump lega unos EEUU socialmente más divididos que nunca, aunque con las instituciones intactas. Pese a sus múltiples arrebatos, el equilibrio de poderes funcionó para poner límites a iniciativas contra libertades civiles de los colectivos LGBT y derechos reproductivos, retrocesos de los que Trump, hay que reconocerlo, tampoco fue entusiasta más que para poner de su lado al sector más conservador.

La mayor promesa incumplida es el muro que nunca se construyó en la frontera mexicana, tras distintos acuerdos bilaterales con ese país. Los inmigrantes y minorías étnicas han sufrido un cierto acoso, pero no la persecución prevista ya que en la práctica el número de deportados es el mismo de uno de los períodos de Obama.

Las medidas proteccionistas con la industria norteamericana dieron unos efectos positivos de corto plazo respecto al empleo, pero pasada su euforia la economía norteamericana comienza a sentir los efectos de un proteccionismo, como prevé en un artículo Farid Kahhat, poco factible. Esto deriva en una inminente recesión e impide que Trump cumpla sus amenazas de enfrentarse con China en una guerra comercial abierta, ya que su economía es interdependiente de la norteamericana. Todas las amenazas quedan en una retórica para los medios y su cada vez más decepcionado electorado, y Beijing lo sabe. Negociando en secreto, China y EEUU han logrado congelar un tiempo más los conflictos durmientes en las islas que disputa China con distintos países. A la vez se han embarcado en una competencia en otros mercados donde China quiere realizar avances y EEUU atrinchera lo logrado en décadas pasadas.

A que no esperas la siguiente movida, güey. via thingsinhouston.com

A que no esperas la siguiente movida, güey. via thingsinhouston.com

Latinoamérica

México no ha quedado tan mal parado como se preveía. La renegociación del TLC abrió las puertas de este país a las iniciativas económicas chinas, y  los EEUU se han dado cuenta del error demasiado tarde. No solo se abandonó la idea del muro mexicano o que éste país lo pagara. Ahora que México tiene margen para jugar con las ofertas chinas y norteamericanas, saca un inesperado provecho de su nueva situación. El mismo escenario se repite en menor medida en una Latinoamérica tentada por ambas potencias que saca provecho de una nueva bipolaridad, ya no militar como en la Guerra Fría, sino económica. Perder los restos de lo que fue su “patio trasero” a un poder económico del otro lado del océano amenaza con ser un golpe duro a la proyección de poder norteamericana.

Europa

Rusia ha quedado satisfecha por el nuevo statu quo que le permite mantener la Crimea ucraniana sin ninguna sanción económica. Quizá por eso no se ha aventurado en ninguna nueva iniciativa militar, aunque si ha aumentado su influencia política en el Este de Europa. Pero un poder emergente contiene y hasta atemoriza a Rusia: una inesperada Unión Europea que estuvo debilitada por diversas crisis antes de la llegada de Donald Trump ahora está construyendo un poder militar comunitario, uno de los sueños dorados del proyecto paneuropeo. Esto fue forzado por el retiro de múltiples compromisos de los EEUU en la OTAN, dejando a la Alianza Atlántica muy debilitada como institución. El dilema europeo se encontró entre dar un salto enorme en el proceso de integración en el campo militar, o resignarse a quedar como un continente desprotegido ante la retirada norteamericana. La sensación de vulnerabilidad ante el declive de la OTAN ha hecho retroceder muchas de las iniciativas de extrema derecha nacionalistas que buscaban poner fin a la UE en sus principales países. De pronto esta organización burocrática con sede en Bruselas se convierte en la única chance que Europa tiene para evitar la irrelevancia mundial ante el ascenso de nuevas potencias.

La Erdogan de Turquía y otros poderes asoman la cabeza. Via economist.com

La Erdogan de Turquía y otros poderes asoman la cabeza. Via economist.com

Medio Oriente y Africa

Entre las nuevas potencias que asoman su cabeza se encuentra una Turquía muy nacionalista y con un componente religioso creciente en su gradualmente desmantelada sociedad laica.

Aún bajo el mando de Erdogan, su modelo militar y religioso se ha convertido en una alternativa a las nuevas iniciativas integristas en Medio Oriente. Daesh, el Estado Islámico, ha perdido casi todo el territorio que tenía hace unos años y fue opacado por un movimiento mucho más violento y extremo. Pero este nuevo movimiento carece de la complicada coyuntura que le permitió crecer al Daesh.

Los EEUU prácticamente se han retirado de Medio Oriente salvo por su casi eterno apoyo a Israel, que sigue colonizando lentamente tierras palestinas ante la resignación del mundo árabe. Estos países está enfrentando sus propios problemas: Siria se reconstruye con ayuda rusa e iraní y la presencia de estos dos poderes ha replegado a Arabia Saudí, que poco a poco ha quedado expuesto como un promotor de los sectores más radicales del islamismo. Libia e Irak siguen sumidos en una descomposición estatal, mientras que en el norte un estado kurdo de facto se fortalece lentamente con el objetivo de formalizarse algún día.

Ch-ch-changes. via chinatalkingpoints.com

Ch-ch-changes. via chinatalkingpoints.com

El poder económico creciente de China en el África subsahariana comienza a ser disputado por crecientes iniciativas comerciales de la India, que también quiere ocupar el lugar influyente que cree merecer al ser ahora el país más poblado del mundo. Los EEUU son de nuevo un poder desconocido y totalmente de espaldas a los éxitos y fracasos de las distintas naciones africanas. El poder mundial parece repartido más equitativamente y, por ahora, menos belicista que en mucho tiempo. Los principales poderes están demasiado ocupados luchando por llenar el campo económico que han desocupado los EEUU.

Finalmente el temor que despertó la asunción al poder de Trump y sus diversas medidas de repliegue ha dejado un mundo temporalmente más pacífico, congeló los conflictos potenciales, y ha pasado mucha de la tensión militar al plano económico. Los EEUU se dan cuenta tardíamente que sus medidas proteccionistas han acelerado el ascenso de China, ahora adalid del libre comercio mundial.

Los EEUU no son “great again”. Tras 4 años de retórica encendida pero pocas acciones acertadas, Trump no es reelegido para un siguiente mandato y realiza una cordial transmisión de mando a su sucesor demócrata. Esta vez las protestas en las calles son de los decepcionados y engañados sectores más conservadores de la sociedad norteamericana, que se fractura cada vez más en un mundo con más tribus virtuales cerradas y burbujas de distorsión de la realidad.

En el próximo post, los escenarios un poco más sombríos.

Andrés Paredes

Relaciones Internacionales y otros conteos regresivos