internacionales , noticias , Tierra Uno Lunes, 6 julio 2015

¿Y ahora qué? Estos son los 2 dilemas que enfrenta Grecia

Andrés Paredes

Relaciones Internacionales y otros conteos regresivos
Foto AP / Emilio Morenatti

Foto AP / Emilio Morenatti

 

El 61% de los griegos han votado en contra de aceptar el plan de rescate y austeridad de la troika y, como mencionábamos en el anterior post, este resultado da pase a un escenario de alta incertidumbre.

Entre el océano de posibilidades, un par de dilemas llaman nuestra atención:

DILEMA 1:  ¿Grecia se queda o se va?

Con la resolución de la mayoría del pueblo griego tan clara, la siguiente movida depende de los líderes europeos. El rango de las decisiones que puedan tomar al respecto se moverá entre dos polos:

a) “Grexit”

Cumplir con las advertencias a Grecia para que reciba un “castigo” ejemplar. El euro deja de fluir definitivamente hacia el país helénico y los canales de negociación se cierran, como consecuencia del incumplimiento financiero y los compromisos abandonados.  Haciendo esto, arriesgan empujar a una Grecia sin liquidez al abandono de la zona euro y de la Unión Europea en la práctica (el famoso “Grexit”). Este escenario tiene una alta probabilidad de minar la solidez de la moneda europea, ya que la puerta de salida también podría tener como protagonistas a otros países como Italia, Portugal o España, en caso una opción similar a la anti-austeridad de Syriza asuma el mando de los mismos. Con más países miembros del euro en estado volátil, la confianza en esta moneda disminuiría junto con su valor, afectando al mismo núcleo de la UE (Francia y Alemania) para luego causar un efecto dominó en la todavía convaleciente economía global.

 

Via @beethoven6971

Con 320 mil millones en deudas, ni para el barril. Via @beethoven6971

b) “No te vayas, Chavo”

Renegociar una vez más con Grecia, sin las exigencias de austeridad, lo que implica rescatar su economía con un nuevo préstamo y prolongar el statu quo de los últimos cinco años, pateando para más adelante el momento de la verdad. El lado atractivo de esta salida es que no se precipitan los acontecimientos de debilitamiento del euro o el golpe al proyecto europeo, al menos en corto plazo. Pero además de aumentar la actual impagable deuda griega de 320 mil millones de euros, sería una señal de flaqueza por parte de la troika. Se revelaría que la amenaza al gobierno griego fue un bluff, lo que alentaría a otros países con problemas similares (de nuevo, Italia, Portugal o España) a seguir el camino griego.  A largo plazo el euro enfrentaría otra serie de crisis derivadas de estas decisiones, a cambio de no desintegrar la actual zona geográfica de la moneda.

 

DILEMA 2: El NO griego ¿un acto de coraje o irresponsabilidad colectiva?

a)  “¡Coraje! ¡Y abajo el Imperio!”

Festejar el No griego como una victoria contra el establishment y los poderosos suena muy bonito, pero para ello es necesario omitir el disfraz de las cifras griegas para entrar al euro y los préstamos de miles de millones (porque cuando toca pedir prestado, el sistema ya no apesta) para financiar gastos por encima de las modestas posibilidades del país, desde jubilaciones anticipadas hasta compras militares. Las duras condiciones de la última negociación con la troika reflejaban el malestar de contribuyentes de otros países europeos por el uso de sus impuestos para salvar un país endémicamente mal manejado.

YOLO! (Via @NeinQuarterly)

 

b) «Irresponsabilidad, una burla para Europa”

Por otro lado pensar que el 61% de los griegos que ha votado por el NO a las condiciones de la troika han sido movidos por la falta de voluntad para cumplir sus compromisos es muy equivocado. Este alto porcentaje se debe a que han pasado cinco años obedeciendo las condiciones de austeridad de la troika, con la promesa de una mejora en su economía ¿el resultado? Mayor desempleo, destrucción de su aparato productivo y aumento de la pobreza. Las cifras no engañan:

 

La decadente línea azul - Gráfico: Robin Wigglesworth

Qué irresponsables los grieg… – Gráfico: Robin Wigglesworth

Sí, esa línea azul que cae en los últimos cinco años es el PBI griego. Por eso, cuando se les ha pedido que sigan el mismo camino, la respuesta no ha sido “sí, más austeridad”, sobre todo tomando en cuenta que los préstamos de rescate de 2010 y 2011 antes que inyectarse en la economía fueron de manera prioritaria al bolsillo de los grandes acreedores.

Como vemos, no es gratuito que “dilema” sea una palabra de origen griego.

Andrés Paredes

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